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Con una producción anual de diez toneladas de resina y ventas de entre cuatro y seis millones de dólares por año, comenzó la temporada de producción de chicle en Campeche.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dio ayer el banderazo de inicio de la temporada de aprovechamiento del látex que se extrae del árbol chicozapote, que es aprovechado para la producción del chicle.
Alfonso Valdés Ruiz, dedicado a la actividad chiclera desde hace veinte años, dijo que el proceso de elaboración del chicle inicia con el calado del árbol chicozapote para extraer el látex a través del escurrimiento por canales conectados.
La resina, explicó, se coloca en un cazo a fuego lento y, dando movimientos circulares, se realiza la cocción y deshidratación, para obtener la goma. Una vez terminado este proceso, se coloca en un bastidor de madera y se le da forma.
El siguiente paso es esperar el secado para trasladar las marquetas a la fábrica para el suavizado, planchado, saborizado y envasado.
Valdés Ruiz refirió que el chicle lo produce Chicza, consorcio de cooperativas bajo un esquema de comercio justo, que actualmente lo exportan a Inglaterra, Alemania, Bélgica y Holanda. Refirió que el próximo año será introducido a Estados Unidos y Canadá.
Habitante del ejido Nuevo Becal, en la zona de influencia de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, Valdés Ruiz es uno de las 32 personas que se dedican al aprovechamiento del chicle desde hace décadas, actividad en la que participan más de 125 productores.
La Conanp refirió que debido a sus estándares internacionales de manejo y cuidado de bosques, el ejido Nuevo Becal recibió de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) la Certificación de Gestión Forestal, después de cumplir con los requerimientos de los principios y criterios establecidos por el Forest Stewardship Council (FSC) sobre el desempeño ecológico, económico y social de su manejo forestal.
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