Opinión

México preparado para su reunión trilateral

Un proceso de integración económica que no mejore la calidad de vida de los habitantes de los países miembros, que no disminuya los niveles de pobreza, es un proceso que no cumple los objetivos para los cuales fue creado. A partir de los datos presentados, México es el país a nivel mundial que más TLC tiene firmados con el resto del mundo: once tratados con un total de cuarenta y cuatro países; una población de los países miembros de aproximadamente 1100 millones de habitantes y un PIB 12 en su conjunto del 67.20 %; sin embargo aún con la apertura comercial y los tratados comerciales que ha firmado México con los diferentes países del mundo, en un análisis histórico de los datos, los niveles de pobreza en el país permanecen elevados. En un balance entre integración económica y pobreza en el país efectivamente se han generado nuevas oportunidades de empleo y un incremento del comercio exterior; pero esto no ha sido suficiente para elevar los niveles de vida de la población. De acuerdo a fuentes oficiales en México como el CONEVAL, el INEGI y la ENIGH; en México la pobreza se clasifica en tres niveles: alimentaria, de capacidades y de patrimonio. Tomando como referencia en tiempo y acontecimiento la firma del TLCAN en 1992, la pobreza en México presentó sus niveles más elevados en el año 1996; a partir de esta fecha comenzó un descenso significativo que se detuvo en el año 2006 siendo su año de menor pobreza, desafortunadamente a partir este año los niveles de pobreza en el país aumentaron hasta el año 2010, siendo la pobreza de patrimonio la más elevada. Comparando el periodo de 1996 con respecto al 2010, los niveles de pobreza alimentaria y de capacidades disminuyeron ligeramente apenas tres puntos porcentuales en promedio; esta situación muestra que la estrategia que México ha seguido en materia de integración económica en los últimos diez y seis años no ha disminuido significativamente los niveles de pobreza; inclusive de acuerdo a la misma fuente (CONEVAL) los indicadores de pobreza de patrimonio permanecen sin gran cambio por el mismo periodo; más aún, este tipo de pobreza aumenta en la zona urbana al comparar los años de 1992 y 2010. Esta tendencia cambia, en datos proyectados del 2012 frente al 2010, de acuerdo a la ENIGH y el CONEVAL, con un crecimiento económico para México al 2012 estimado en 3.6%; la pobreza de patrimonio y alimentaria presentan una tendencia a la baja; por lo que el proceso de integración económica entre otras estrategias, ha contribuido a disminuir la pobreza en el país por este periodo de tiempo. Tomando como referencia los indicadores de pobreza en la zona rural, la pobreza alimentaria, de capacidades y de patrimonio en su conjunto representaron una tendencia a la baja de aproximadamente cinco puntos porcentuales en cada una de ellas; este sector se ha visto beneficiado como consecuencia entre otras, de una política de integración económica por el periodo de 1992 al 2010. Sin embargo, la pobreza en sus tres tipos de acuerdo a las estadísticas, ha afectado más a la población rural, por lo que se requiere un mayor trabajo en conjunto en este sector. En cuanto a carencias sociales como el rezago educativo, los accesos a servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda y servicios básicos en la vivienda; estos rubros presentan a nivel nacional una tendencia a la disminución de la pobreza; la población nacional tiene mayor acceso a la educación pública y privada, a las instituciones que proporcionan servicios de salud y mayor calidad en espacios y servicios de vivienda; esto se debe entre otros factores a una mayor competencia de precios y calidad de los productos nacionales frente a los internacionales. Para el año 2012 se estima que 52.24 millones de mexicanos viven en situación de pobreza patrimonial y 18.31 millones de mexicanos padecen pobreza alimentaria; es decir, que no cuentan con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público. De acuerdo a la experiencia de la Unión Europea y la bibliografía a este respecto, el proceso de integración económica se compone de seis niveles; cada uno de ellos con sus 13 características particulares; la evolución de la Unión Europea indica que no es un proceso sencillo y que requiere de amplia capacidad de negociación, surgimiento de instituciones supranacionales que toman decisiones a favor del bloque económico y del tiempo necesario para avanzar en cada nivel de integración. México en su proceso de integración se sigue consolidando en la etapa dos; esto significa distintos tratados de libre comercio en ciertos sectores nacionales, firmados con diversos países a nivel mundial.

Foto: Especial

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