Morena quiere ser un partido de Estado que inhabilite la división de poderes, la rendición de cuentas y controlarlo todo y va por buen camino. Morena quiere ser el nuevo PRI porque está en sus genes, muchos de sus elementos se crearon en el PRI y escalaron la pirámide del poder.

En el gabinete el caso más llamativo es el de Manuel Bartlett, que fue secretario de Gobernación, de Educación, gobernador de Puebla como priista. Millonario aunque desprestigiado, dueño de un montón de casas, encontró refugio en Morena.