Escenario

‘No nos moverán’: Una comedia sobre venganza y perdón sobre Tlatelolco

ENTREVISTA. El cineasta Pierre Saint Martin Castellanos nos habla de su ópera prima que forma parte del Festival Cinematográfico Cinélatino Rencontres de Toulouse

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Fotograma de 'No nos moverán'.

Fotograma de 'No nos moverán'.

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Después de una vasta carrera realizando cortometrajes, el director Pierre Saint Martin Castellanos llega con su ópera prima, No nos moverán, a la edición 36 del Festival Cinematográfico Cinélatino Rencontres de Toulouse, donde presenta un relato sobre una abogada que busca saldar cuentas pendientes con la persona que fue partícipe de la desaparición de su hermano en la Masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968. En Crónica Escenario charlamos con el joven realizador sobre esta cinta y su inminente estreno internacional en este certamen.

Socorro es una testaruda abogada que está obsesionada con encontrar al soldado que mató a su hermano durante la masacre estudiantil de 1968 en Tlatelolco, Ciudad de México. Esta necesidad de justicia enmascara una antigua culpa que la ha enemistado con su hermana Esperanza y su hijo Jorge. Después de décadas de espera, la protagonista recibe la pista faltante para encontrar al soldado, lo que la lleva a conjurar un absurdo plan de venganza poniendo en riesgo su patrimonio, a su familia e incluso su propia vida.

Uno de los principales aspectos del filme es el hecho de que fue grabado en Tlatelolco, lugar que ha sido casa de otras obras del 68 como Rojo amanecer (Fons, 1989) hasta obras más contemporáneas como OK Está bien (Sandoval, 2020). “Hay una situación de vida y cotidianidad que acontece al mismo tiempo en este lugar histórico. Es un sitio fascinante, tiene una energía muy particular”, afirmó Pierre.

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“Afortunadamente, durante la grabación, todos los habitantes se portaron muy amables con nosotros. Les compartimos el guión, les dijimos de qué trataba la cinta a algunos vecinos y estuvieron contentos de apoyarnos. Me abrieron las puertas de sus casas para poder ver las dimensiones de los departamentos previo a que estuviéramos en la preproducción de la película. La verdad, fueron muy abiertos a recibirnos”, añadió.

Además de contar con el interesante paraje de Tlatelolco como escenario, No nos moverán cuenta con una estética a blanco y negro a cargo del fotógrafo César Gutiérrez Miranda que dota de otra carga a la narrativa de la cinta. “Decidí que así fuera desde el desarrollo del guion pues justamente, para mí, era aterrizar en el tiempo a una persona que tenía una obsesión con el pasado, que lo habitara en el presente y esa referencia sería a través de estos colores, funcionando como una metáfora de la memoria”, explicó Saint Martin.

“Para mí el blanco y negro refleja una cosa más antigua, más preciada de alguna forma. Poner la película del mundo del personaje con esta estética daba la sensación de percibir el relato desde la subjetividad del personaje y cómo ella ve el mundo. La nostalgia también era importante que estuviera presente con ello, entonces a eso le apostamos y afortunadamente se logró. Además, César hizo una traducción fantástica al encontrar el punto exacto del blanco y negro, porque hay algunos más contrastados o en la gama de los grises, y él aplicó algo platinado que es muy lindo y propio de la película”, acotó. 

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El corazón de la historia recae en la primera actriz, Lisa Huertas, que resultó ser la ideal para el papel y que el joven director tuvo en mente desde el principio. “Ella ha hecho de todo, la tenía en mente y lo que me hizo decidir que fuera ella mi protagonista fue una entrevista en el programa de TAP con Óscar Uriel pues ahí le vi una faceta mucho más personal. Sentía que tenía una profundidad y las características que buscaba tener en la personalidad de ella. Trabajar a su lado fue un agasajo, con su generosidad y todo el apoyo que le dio a la película, que no fue poco”, declaró.

“Ella contrastó mucho el guión, me preguntaba cosas y también me hacía sugerencias, realmente fue divino. Trabajar con alguien como ella que se anime a cuestionarte es muy positivo. Siempre tomaba sus consejos, pues es alguien que tiene mucha energía, sabiduría y talento en la narrativa y en los guiones. Fue interesante poder trabajar con ella todo eso, es una líder pero también sabe crear un estado colaborativo, abierta a ofrecerme guías como el opera primista que soy. Creo que juntos enriquecimos mucho este proyecto”, complementó Castellanos.

José Alberto Patiño, actor que debuta en cine, es quien forma un peculiar dúo con Huertas, para crear una química que fue interesante para Pierre. “Hicieron una dupla sensacional. Él era alguien que improvisaba más, hacía un trabajo muy distinto al de Luisa. A pesar de ser su primer largometraje, trabajó muy bien, hizo mucho trabajo de mesa conmigo para ser un personaje que parte de un estereotipo hacia algo más profundo e interesante y que termina por echar chispas con ella”, dijo. 

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Abordar el tema del 68 es complicado, especialmente si se toma el riesgo de abordarlo desde una perspectiva de comedia negra, una de las apuestas que Saint Martin tomó para No nos Moverán. “Nos atrevimos a hacer una comedia de un evento que está siempre ligado con una cuestión de dolor, porque fue un evento trágico en nuestra historia. La forma en que lo exploramos es por medio del personaje principal, basado en mi mamá, que es abogada también, y que vivió muchas tragedias. Ella siempre alcanzaba a salir a flote siempre por medio del humor”, confesó.

“Para mí, la tragedia y el humor están pegados. Ella me enseñó a verlo así y las personas que me conozcan podrán saber qué es la forma en que me conduzco porque ella me lo inculcó. Me pareció una forma correcta de poder entrar a un mundo de dolor. El descubrimiento que hice en la película fue encontrar cómo el absurdo se entromete usualmente en las situaciones que uno siente son muy solemnes o trágicas. Muchas de las acciones que hacemos en la vida son ridículas y a veces pensamos que son ultra serias pero a veces hay que tomar un poco de distancia para poder verlo con un poquito de gracia. Pero no se trata de minimizar el dolor ni lo sucedido el 2 de octubre”, aseveró.

No nos moverán también habla de otra dualidad interesante: la venganza y el perdón. “Fue una de las cuestiones que más me llamó la atención, el poder de la venganza, pues me parece una emoción muy natural en todos nosotros, que deseamos que las cosas se hagan a nuestra forma y que nos paguen lo que nos hicieron pero en muchas ocasiones no es la respuesta para mi paz, pues no encontré eso”, manifestó Pierre.

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“Creo que el perdón nos puede ayudar a comprender mejor qué sucedió y esa es la postura que trato de colocar no solamente en esta película, sino en los demás proyectos que estoy ahora desarrollando pues tenemos que comprender las situaciones para poder encontrar una manera de subsanarlas”, siguió.

“Sin embargo, la falta cometida debe de tener una penalización, tiene que haber una consecuencia al evento pues es algo que pasó, que dolió, y hay que sobrepasarlo. Esa es la narrativa en mi vida personal. Es parte del camino difícil que tocó al hacer la película, pero creo que como está visto desde un punto de vista personal y que espero sume para entendernos mejor como sociedad, que es lo que nos hace falta”, agregó el cineasta.

Después de todo el proceso de creación, la cinta tiene ya su estreno en Toulouse, lo cual entusiasma a Saint Martin. “Es una situación catártica absoluta. Como es una película tan personal, en muchos sentidos, es dejarla ir. Soy una persona muy aprensiva. Toda la experiencia que he tenido en el desarrollo de esta cinta es aprender a soltar, es mi lección aprendida. Al estrenarse ahí se cristaliza ese momento para que después tenga el camino que le pertenezca. Es un aliciente gigantesco. Porque justamente, me siento con más tranquilidad de que ya la película hablará. Me dijeron: siéntate y disfruta y eso es lo que estoy tratando de hacer”. 

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Finalmente, el director mexicano habló un poco de lo que tiene pensado en el futuro próximo. “Como no me puedo estar quieto ya estamos desarrollando la segunda película, también basada en algunos hechos históricos que sucedieron donde planteamos la situación de la paranoia y cómo esto nos ha afectado en nuestro sentido de comunidad que requerimos retomar. Es un poco de lo que quiero hablar en este siguiente proyecto que todavía no tiene título, pero tiene estos vasos comunicantes con mi ópera prima como como una protagonista de la tercera edad, un poco de lucha de clases, un uso de violencia, todas estas situaciones que tienen que ver con mi experiencia en cómo veo la situación de mi país”.

“Quiero hacer películas que les hablen a todos los mexicanos, que hablen de mi país y de las cosas que pasan de una manera nueva, interesante o desde otra perspectiva. Eso es lo que ahora tengo con No nos moverán, el entusiasmo de seguir haciendo películas que ojalá puedan reflejar a mi banda. Eso es lo que me estimula muchísimo a querer hacer más”, concluyó.