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Marea Rosa cimbró el Zócalo, corazón político de México

Un Palacio Nacional que atestiguó una Plancha del Zócalo invadida por la Marea rosa, donde esta vez la Bandera Mexicana que ondea en el asta bandera de la Plaza de la Constitución no lo hizo, pues no fue izada como todos los días

marcha por la democracia

La Marea Rosa abarrotó la plancha del Zócalo

La Marea Rosa abarrotó la plancha del Zócalo

Cuartoscuro / Adolfo Vladimir

La Marea Rosa lo volvió a hacer. Por tercera ocasión tomó las calles y llenó el Zócalo Capitalino, considerado el corazón político del país que se cimbró con el himno nacional como colofón de la Gran Marcha por la democracia que congregó miles de mexicanos con un grito al unísono: “voto libre, voto libre”.

El templete al pie de Palacio Nacional desafiaba las murallas que se colocaron desde días antes con la justificación de “proteger” el inmueble donde habita el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Un Palacio Nacional que atestiguó una Plancha del Zócalo invadida por la Marea Rosa, donde esta vez la Bandera Mexicana que ondea en el asta bandera de la Plaza de la Constitución, no lo hizo, pues no fue izada como todos los días.

“Ni la Constitución ni la Bandera son propiedad de alguien. Nos pertenecen a todas y todos”, reclamó el orador principal de la Marcha, Lorenzo Córdova.

Fue una marcha donde lo mismo se dieron cita ciudadanos en general, que trabajadores del Poder judicial, del INE, abuelitos, personas en sillas de ruedas.

Familias enteras con sus hijos, y hasta sus perros ataviados con su respectiva pañoleta rosa, tal como lo marcaba el “código de vestimenta” de la marcha.

Desde muy temprano los contingentes entraban a la plancha del Zócalo entonando El Cielito Lindo que se escuchaba fuerte y lejos.

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Sin embargo, dos fueron las arengas que explotaron en todo lo alto de la Plaza de la Constitución con el Palacio Nacional como mudo testigo: “N-a-r-c-o P-r-e-s-i-d-e-n-t-e!”, “¡N-a-r-c-o P-r-e-s-i-d-e-n-t-e!”, “¡N-a-r-c-o P-r-e-s-i-d-e-n-t-e!”, que le dedicaban al mandatario apenas con cualquier pretexto sobre todo cuando se pidió blindar las elecciones del crimen organizado.

Ese grito sonó una, dos , tres y hasta cuatro veces seguido de otro igual de lapidario: “¡ F-u-e-r-a López!”, “¡ F-u-e-r-a López!”, “¡ F-u-e-r-a López!” que con puño en alto gritaban varios contingentes que entraban a la Plancha del Zócalo.

Por doquier desfilaban personas con banderas de México, pero también banderines y pancartas con leyendas como “Con ese INE llegaron y con ese INE se van” o “Taddei, la ley es la ley”, en referencia a la presidenta del INE, Guadalupe Taddei.

“Estamos en pie de guerra defendiendo nuestro voto y libertad de manera pacífica”, exclamaba uno de los organizadores de la Marcha desde el templete previo al acto principal.

El aullido del monstruo rosa lo eclipsaba todo. Era un maremágnum colorido donde la gente abarrotó por sus propios medios el centro histórico a la convocatoria en defensa de la democracia mexicana.

“Sí, que sí, sí que sí, ya volvimos a salir,” y el “ya se va, ya se va a su rancho, ya se va…”, que dedicaron al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y sí, fue un evento netamente ciudadano, donde algunos políticos acudieron de manera personal, como el ex senador de Morena, Alejandro Rojas Díaz Durán, quien se sumó en las últimas horas a la campaña de Xóchitl Gálvez.

Sin embargo, fueron los menos, pues la marea rosa se llevó la mañana, una mañana nublada en un principio pero donde poco a poco salió el sol que iluminó la Plaza de la Constitución, el Zócalo, corazón político de México.